Hemos concluido una cosecha con buenos resultados para las organizaciones e iniciamos el ciclo 2017–2018, con grandes retos, pero con mucha esperanza de seguir avanzando en una producción sustentable, consolidando relaciones comerciales de largo plazo, impulsando y creciendo en las alianzas estratégicas en torno a la cadena café y oportunidades de diversificación productiva.
Dentro de los retos, vamos superando poco a poco los daños que ha traído la enfermedad de la roya, misma que provocó que el sector entrara en una crisis que acabó con el 70 por ciento de la producción, actualmente, gracias a las buenas prácticas de producción agrícolas y agroecológicas, el mantenimiento y la renovación de cafetales, se calcula la presencia de roya entre el 10 y 20%, esto es alentador, porque representa recuperación de la producción y los productores han adoptado prácticas que les ayudan a mantener su cultivo, la calidad y la conservación del medio ambiente.
Se ha iniciado el ciclo con capacitaciones y foros entre pequeños productores organizados, eventos que dejan los insumos necesarios para proyectar los volúmenes de café a comercializar, estimándose un incremento en cada una de las organizaciones. Esto conlleva a la búsqueda de financiamientos oportunos; mantener la constancia, trazabilidad y calidad del producto a cada cliente, además de atender las necesidades de formación campesina en la profesionalización de sus cuadros directivos, gerenciales y técnicos; alianzas estratégicas para consolidar mercados de largo plazo con clientes, que reconocen la calidad y el esfuerzo por producir productos socialmente responsables y saludables al consumo, cuidando el medio ambiente y desarrollando prácticas de conservación.
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