«Si hubiera participado en este campamento hace 20 años, otra sería mi historia», me dijo Carlos, el participante más veterano en el Campamento juvenil celebrado en agosto, en Chiapas. Viajó desde otro estado de la república para traer a su hijo y decidió unirse a la experiencia.
El hijo de Carlos fue uno de los 66 jóvenes participantes, integrantes de 25 organizaciones de pequeños productores y que durante nueve días intensos participaron en una actividad educativa innovadora que tuvo como objetivo no solo abordar los contenidos y las habilidades que requieren para convertirse en líderes rurales, sino también los valores y las actitudes para convertirse en creadores de cambios.
El Campamento juvenil es parte de un programa de dos años llamado Liderazgo de servicio. El programa se ha establecido gracias a una plataforma de colaboración de seis instituciones diferentes que incluye: dos universidades locales (Universidad Intercultural de Chiapas-UNICH y El Colegio de la Frontera Sur-ECOSUR), la red regional de Comercio Justo y su equipo nacional (CLAC y Fair Trade México), Fundación Progreso e impacto café, la organización no gubernamental local que probó con éxito esta idea y metodología por primera vez en 2014.
La educación y la capacitación son temas de importancia crítica para los jóvenes de las zonas rurales, pero la realidad en las zonas rurales es que la oferta está pensada para las zonas urbanas y están tirando su talento y energía. Los agricultores están envejeciendo y los jóvenes aspiran a abandonar sus comunidades. Nos enfrentamos a un cambio generacional y nos gustaría ver un esfuerzo sistemático y de colaboración para proponer estrategias que ayuden a los jóvenes a abordar los numerosos desafíos complejos que se plantean en las zonas rurales: empobrecimiento, migración, cambio climático, nuevas tecnologías, inclusión de jóvenes y mujeres, etcétera.
No sabemos cuáles serán las soluciones. Los jóvenes lo hacen: «Todos los informes muestran que los jóvenes rurales son muy conscientes de sus problemas y tienen ideas específicas para resolverlos». Lo que el programa de Liderazgo de servicio pretende lograr a través de una combinación de capacitación (el Campamento juvenil) y respaldar sus ideas (dar seguimiento y conectarlas) es liberar ese potencial humano promoviendo el enfoque innovador de aprender a ser y trabajar con ellos (no para ellos) para encontrar un camino digno para su futuro mientras contribuyen al desarrollo rural.
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